jueves, 2 de abril de 2015

Siente el miedo




El miedo es una sensación desagradable ante un peligro, real o imaginario. El miedo no es malo: todos los animales pueden sentir miedo y este nos ayuda ante la presencia de un depredador u otro peligro, algo muy útil para los humanos en la prehistoria.

Pero.. ¿cómo funciona el miedo?

El miedo comienza con los órganos de los sentidos. Vemos, olemos, sentimos algo peligroso y necesitamos defendernos. Nuestros órganos sensoriales mandan la información al cerebro, que la analiza y, concretamente, el sistema límbico se encarga de ejecutar una respuesta.

El sistema límbico está compuesto por partes del tálamo, hipotálamo, hipocampo, amígdala cerebral, cuerpo calloso, septo y mesencéfalo. Este se encarga de regular las emociones y también está relacionado con la memoria, la atención, la personalidad... Volviendo al miedo: cuando el estímulo ha llegado al cerebro y el sistema límbico va a elaborar la respuesta, se activa la amígdala y se activa el mecanismo del miedo:
  • Aumenta la presión arterial.
  • El metabolismo se acelera.
  • Aumenta el nivel de glucosa en sangre.
  • Las pupilas se dilatan.
  • Aumento de la tensión muscular.
  • Aumenta el nivel de adrenalina.
  • Detención de las funciones no esenciales.
Cuando el miedo supera ciertos niveles, se llega al terror o pánico. Este provoca que se desactiven parcialmente los lóbulos frontales y se deja de pensar racionalmente. Puede producirse una parálisis del cuerpo, sudoración fría e incluso la muerte por paro cardíaco.

Lógicamente el miedo, cuando llega a los límites y ya es patológico, no es bueno:

Aquellas personas que han pasado por situaciones traumáticas pueden padecer trastorno por estrés postraumático.

También están las fobias: miedo intenso y desproporcionado ante ciertas cosas o situaciones, no tienen número, pues cada persona puede tener fobia a cualquier cosa, pero las más comunes son:
  • Aicmofobia y belonefobia: Miedo a los objetos cortantes y las agujas.
  • Aracnofobia, apifobia, ornitofobia, ofidiofobia, cinofobia,...: Miedo a animales (arañas, abejas, pájaros, serpientes, perros, respectivamente)
  • Claustrofobia: Miedo a los lugares cerrados.
  • Aerofobia: Miedo a volar.
  • Acrofobia: Miedo a las alturas.
  • Astrafobia: Miedo a las tormentas.
  • Triskaidecafobia: Miedo al número 13
  • Agorafobia: Miedo a los espacios abiertos.
  • Etc...
Eso es todo. ¡Espero que os haya gustado y nos vemos en el siguiente post!

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