viernes, 27 de julio de 2018

Estate quieto estatocisto


Un cangrejo simpático. Bernard DUPONT. Attribution-ShareAlike 2.0 Generic (CC BY-SA 2.0)

Una vez en el colegio, hace ya un tiempo, nos comentaron que dentro de nuestros oídos, aparte del sentido de la audición, también se encontraba nuestro sentido del equilibrio. Así, nos decían que los canales semicirculares, los cuales forman parte del aparato vestibular, situado en el oído interno, contenían un líquido en su interior que, según cómo se moviera al desplazarnos o estar quietos, daba información a nuestro cerebro de nuestra posición y de nuestros movimientos.


Evidentemente, el funcionamiento del aparato o sistema vestibular no es tan sencillo, pero para unos chavales de quinto de primaria dicha imagen nos servía para hacernos una idea. El sistema en realidad cuenta con unas células que poseen unos cilios proyectados en una matriz gelatinosa que a su vez se encuentra inmersa en una sustancia líquida, la endolinfa. Dependiendo de la posición del cráneo y de los movimientos corporales, los cilios se mueven de una forma u otra, lo que hace que la célula produzca una serie de impulsos nerviosos que son posteriormente interpretados por el cerebro.


Como acabamos de ver, este sistema está dotado de gran complejidad. No obstante, existe un órgano sensorial del equilibrio más simple: el estatocisto.





El estatocisto es el órgano del equilibrio que posee la mayoría de los invertebrados: cnidarios, bivalvos, equinodermos, cefalópodos y artrópodos. Este puede ser más o menos complejo, pero su estructura general consiste en una esfera hueca de células ciliadas con sus cilios apuntando hacia el interior. Esta esfera está rellena de líquido y además contiene en su interior estatolitos, unos gránulos de naturaleza mineral similares a los granos de arena. Estos granos, debido a la gravedad, tenderán a permanecer depositados en la parte baja del estatocisto. Las células ciliadas son estimuladas por los estatolitos y envían la información al sistema nervioso. De esta forma, el animal puede averiguar dónde se encuentra ‘abajo’ y dónde ‘arriba’ y así determinar su posición en el espacio.


En 1893 el fisiólogo austríaco Kreidl llevó a cabo un experimento muy curioso en el que consiguió engañar a unos cangrejos al manipular sus estatolitos. Los estatolitos de estos cangrejos fueron remplazados por pequeñas virutas metálicas, de tal manera que cuando estos estaban nadando, se les colocó un imán por encima. Las virutas fueron atraídas por el imán, y ascendieron desde la parte inferior del estatolito hacia la parte superior de este órgano. Esto confundió a los cangrejos, que en respuesta empezaron a nadar boca arriba, con el fin de que la posición corporal concordase con la información proporcionada por sus estatocistos. Como los estatolitos apuntaban hacia arriba, pensaban que nadaban al revés, lo que provocó el cambio de posición del cangrejo.

Por otro lado, esto de las estatocosas no es único de los animales. Los vegetales también poseen estatolitos que les permiten detectar la gravedad, aunque su estructura es diferente a los de los animales.

Los estatolitos vegetales, por lo general, consisten en órganulos de almacenamiento de almidón (amiloplastos) presentes en el interior de las células que según su posición permiten percibir la atracción gravitatoria. De esta forma, la planta sabe hacia dónde deben crecer las raíces y hacia dónde debe crecer el tallo aunque sea una plántula recién germinada de la semilla que aún no puede percibir hacia donde está la luz solar. Se dice entonces que la raíz presenta geotropismo positivo, es decir, crece hacia abajo, atraída por la gravedad, mientras que el tallo presenta geotropismo negativo, crece repelido por la gravedad, en sentido opuesto a esta.

Como hemos visto, el asunto de la orientación no es moco de pavo y los seres vivos desarrollan ingeniosas estrategias para, en estos casos, sentir la gravedad y poder orientar sus movimientos (animales) o su crecimiento (plantas).

Eso es todo. Espero que os haya gustado y nos vemos en el siguiente post.