sábado, 27 de febrero de 2016

La imagen sabatina LXVIII


Muy buenas a todos. Hoy volvemos en la imagen sabatina con la infografia Deadly viruses de mphonline.org. En el post de hoy vamos a hablar del Virus de la Hepatitis C.


El virus de la Hepatitis C (VHC) es un virus perteneciente a la familia Flaviviridae y al género Hepacivirus. Como su nombre indica, este virus es el causante de la Hepatitis C.

El VHC infecta el hígado y se replica en las células de este órgano, los hepatocitos, causando la hepatitis C. No es el único virus que puede causar esta enfermedad. Hay 6 virus diferentes que causan diferentes tipos de hepatitis:
  • Hepatitis A. Causada por el Virus de la hepatitis A (VHA). Se contagia por el consumo de alimentos contaminados o por el contacto con las heces de un enfermo. Puede producir epidemias en zonas en las que haya malas condiciones higiénicas. Hay vacuna para el virus.
  • Hepatitis B. Causada por el Virus de la hepatitis B (VHB). Se contagia por la sangre o por vía sexual. Puede producir una inflamación aguda o crónica del hígado, y cirrosis (sustitución de un tejido que ha muerto por otro, cuya función es hacer de cicatriz). También puede originar cáncer de hígado e insuficiencia hepática. Existe vacuna para el virus.
  • Hepatitis C.
  • Hepatitis D. No es una enfermedad en sí. El Virus de la hepatitis D (VHD) solo infecta a personas que están infectadas por el virus de la hepatitis B
  • Hepatitis E. Causada por el Virus de la hepatitis E (VHE). Al igual que el VHA, se transmite por contacto con heces infectadas o por alimentos contaminados.
  • Hepatitis G. Causada por el GB virus C. Se transmite por vía sanguínea (agujas infectadas). Se descubrió en 1995 y no se conoce mucho de este virus.
El período de incubación del VHA y del VHE es de entre 15 y 30 días, mientras que el de los VHB, VHC y VHD oscila entre los 3 meses.
También existe una hepatitis F, causada por el Virus de la hepatitis F (VHF). Este virus es muy infrecuente y se sabe muy poco de él.

Centrémonos ahora en el Virus de la hepatitis C.

Los viriones de este virus son pequeños (de 30 a 38 nm). El genoma de este virus está compuesto por ARN. Este virus se une a los receptores de la membrana de los hepatocitos, entrando dentro de estos e infectándolos para replicarse. En un enfermo pueden llegar a producirse hasta 1 millón de virus de la hepatitis C al día.
El VHC se transmite por contacto en la sangre, ya sea por agujas, heridas..., pues este virus no se encuentra en otros fluidos corporales.

El VHC puede producir desde una infección aguda, asintomática y leve, hasta una infección crónica, en el 55-85% de los casos. De aquellos enfermos que sufran una infección crónica, el 15-30% tiene el riesgo de padecer cirrosis hepática. También existe el riesgo de sufrir un cáncer de hígado derivado de la hepatitis C.

El período de incubación del VHC, más concretamente, puede variar de dos semanas a seis meses. El 80% de los infectados no presenta ningún síntoma. Los síntomas iniciales son fiebre, náuseas, vómitos, cansancio, dolor abdominal, orina oscura, heces claras, dolores articulares e ictericia (coloración amarillenta de los ojos y de la piel, debido a una acumulación de bilirrubina en los tejidos). La rara presencia de síntomas dificulta el diagnóstico precoz, de tal manera que la enfermedad suele descubrirse una vez producido el daño hepático.

Una vez descubierta la infección, hay que determinar el genotipo del virus para establecer un tratamiento (cada genotipo reacciona diferente a este). La hepatitis C no siempre requiere tratamiento, pues a veces el sistema inmunológico vence a la infección y a veces no se produce daño hepático, pese a haberse dado la infección crónica.

El principal tratamiento consiste en la administración de Interferón (que interfiere en la replicación del virus) y Ribavirina (un antiviral). Debido a que estos pueden conllevar reacciones adversas, se han desarrollado nuevos antivirales (AAD, agentes antivirales directos) más eficaces y seguros. Todavía no existe una vacuna para el VHC, pero se está desarrollando.

Esperemos que esté disponible una vacuna lo antes posible y que el tratamiento pueda ser accesible para todos los enfermos.
¡Espero que os haya gustado y nos vemos en el siguiente post!


sábado, 20 de febrero de 2016

La imagen sabatina LXVII


Muy buenas a todos. En este sábado y como siempre, venimos con la imagen sabatina. Seguimos comentando la infografía de mphonline.org Deadly viruses. Hoy vamos a hablar del virus de la gripe, los Influenzavirus.



Los géneros Influenzavirus, que pertenecen a la familia de virus Orthomyxoviridaes, reciben su nombre del italiano Influenza, pues antiguamente se creía que las epidemias se producían debido a influencias astrológicas. Más tarde se descubriría que la cosa no funcionaba así.

La gripe, enfermedad causada por estos virus, es una enfermedad muy antigua. Los primeros registros datan de hace 2400 años. Esta enfermedad produce dos epidemias anuales, en los inviernos de cada hemisferio, debido a su rápida capacidad de mutación que hace que cada año parezca un virus nuevo frente a nuestras defensas.

A lo largo de la historia se han producido numerosas pandemias de Influenzavirus, entre las que destaca la pandemia de gripe española, entre 1918 y 1919 (durante la Primera Guerra Mundial), que afectó a países de todo el mundo. Es llamada así debido a que España fue el país que más información aportó sobre la epidemia y sobre el número de fallecidos, pues los otros países censuraban los datos, para no aparentar debilidad frente al enemigo durante la guerra. Se calcula que fallecieron 50 millones de personas por esta pandemia.


Virión de Influenzavirus A




Has tres géneros de Influenzavirus, cada uno de ellos posee una única especie:
  • Influenzavirus A: Su especie es el Virus Influenza A. Es el más común y el más grave. Afecta a aves, cerdos y humanos, entre otras especies.
  • Influenzavirus B: Su especie es el Virus Influenza B. Es menos común que la especie A. Afecta a humanos, aunque también se han dado casos de focas infectadas.
  • Influenzavirus C: Su especie es el Virus Influenza C. Es el menos común, produce la enfermedad más leve (infecciones sin síntomas normalmente) y generalmente no produce epidemias. Afecta a cerdos y humanos.
Los Influenzavirus son virus de RNA cuyo virión es esférico o filamentoso. El genoma del Virus Influenza A está formado por 8 segmentos de RNA. En la superficie del virión existen unas proteínas: la hemaglutinina y la neuraminidasa. La hemaglutinina se encarga de que el virus se adhiera a la célula diana y la neuraminidasa, permite entrar al virus dentro de la célula diana. Estas proteínas pueden ser de varios tipos, haciendo que se creen subtipos del virus. De esta forma, está el Influenzavirus A subtipo H1N1 (hemaglutinina tipo 1 y neuraminidasa tipo 1), el subtipo H3N2, el subtipo H1N2... Por ejemplo, la gripe española era del subtipo H1N1, y la pandemia de gripe A de 2009 y 2010, también era H1N1.

Los Influenzavirus atacan a las células del epitelio nasal, los conductos respiratorios, la garganta y los pulmones.

La gripe no suele ser grave, pero puede agravar otras enfermedades respiratorias. Los síntomas pueden durar entre una y dos semanas y aparecen tras 18 o 72 horas después del contacto con el virus . Entre ellos están estornudos con sensación de resfriado, fiebre de hasta 39ºC, cansancio, dolores musculares y articulares, dolor de garganta, tos, congestión nasal...

La gripe no tiene tratamiento, solo hay tratamiento sintomático y de apoyo ante posibles infecciones bacterianas oportunistas. Es importante beber mucho líquido y guardar reposo. La prevención es básica. La vacunación está recomendada para personas situadas dentro de los grupos de riesgo: personas mayores, niños, personal sanitario, personas con enfermedades respiratorias o cardiacas, personas inmunodeprimidas... En realidad, existe tratamiento para los Influenzavirus, los antivirales, pero su eficacia es limitada.

Para acabar, no se puede confundir la gripe con el resfriado común, pues este último está causado por los Rhinovirus.

Eso es todo por hoy. ¡Espero que os haya gustado y nos vemos en el siguiente post!


domingo, 14 de febrero de 2016

Tratado de Histología X: Tejido óseo


Muy buenas a todos. Continuamos con el tratado de histología. En el post de hoy vamos a hablar sobre el tejido óseo.

Tejido óseo

El tejido óseo es un tipo de tejido especializado del tejido conjuntivo. El tejido óseo compone los huesos de los vertebrados, si bien es cierto que no todos los vertebrados poseen esqueletos óseos, pues los peces cartilaginosos poseen esqueletos de cartílago y entran dentro de los vertebrados.

Hay que tener en cuenta que los huesos no están compuestos en su totalidad únicamente por tejido óseo. También poseen médula osea roja (tejido hematopoyético) y amarilla (tejido adiposo), capilares sanguíneos, tejidos epiteliales y nervios.

El tejido óseo no está formado solamente por células, estas van acompañadas de una matriz extracelular mineralizada, matriz ósea, que contiene fibras proteínicas y sales minerales (como fosfatos o carbonato cálcico).

La matriz ósea exactamente posee un 35% de material orgánico (fibras de colágeno, proteínas óseas...) y un 65% de minerales. Gracias a ella, los huesos pueden soportar grandes esfuerzos de torsión y flexión.

Las células presentes en el tejido óseo son:


  • Osteoblastos. Producen las fibras de colágeno y fijan las sales. Cuando maduran, se convierten en osteocitos. Son los encargados del crecimiento de los huesos y de la reparación de fracturas.
  • Osteocitos. Son las células más comunes en los huesos. Se comunican entre sí mediante prolongaciones citoplásmicas, las cuales son importantes a la hora de regular la masa ósea. Estas comunicaciones también permiten a los osteocitos el traspaso de nutrientes.
  • Osteoclastos. Son células de gran tamaño. Se encargan de destruir el hueso para extraer el calcio para la remodelación y el crecimiento del hueso.
  • Células de revestimiento. Derivan de los osteoblastos. Son células aplanadas que cubren el hueso sin interferir en la función de las otras células óseas. También se encargan de extraer calcio del hueso en caso de que el nivel de calcio en sangre sea bajo.
 A su vez, el tejido óseo se puede dividir en:


  • Tejido óseo compacto o denso. Es duro y denso. Se halla en la capa externa de los huesos largos, como el fémur, formando la diáfisis, y tanto en el interior como el exterior de los huesos planos, como el omóplato. También se puede encontrar en algunas zonas de los huesos cortos, como los huesos del carpo, en la muñeca. Está compuesto por estructuras cilíndricas, llamadas osteonas, formadas por capas concéntricas de laminillas óseas. En el interior de las osteonas, existe el denominado conducto de Havers, por donde circulan los vasos sanguíneos, linfáticos y los nervios.
  • Tejido óseo esponjoso o areolar. Se encuentra en los huesos planos y en el interior de los huesos largos, formando la epífisis. También se encuentra en el interior y en partes del exterior de los huesos cortos. Está formado por una estructura esponjosa.
Los huesos y el tejido óseo poseen diversas funciones:
  • Protección. Por ejemplo, el cráneo protege el cerebro y la caja torácica, el esternón y las costillas, protegen el corazón y los pulmones.
  • Sostén. El esqueleto sirve de sostén para los órganos y los tejidos blandos.
  • Movimiento. Las articulaciones móviles, en colaboración con los músculos, nos permiten desplazarnos.
  • Recepción del sonido. La cadena de huesecillos del oído medio, el martillo, el yunque y el estribo, conducen el sonido para que lleguen al caracol.
  • Almacenamiento de minerales. Los huesos sirven de almacén de minerales, principalmente de calcio y fósforo.
  • Almacenamiento de factores de crecimiento y función endocrina. La matriz ósea almacena y libera factores de crecimiento, sustancias similares a las hormonas importantes en la comunicación intercelular.
  • Almacenamiento de energía. La médula ósea amarilla posee tejido adiposo, que almacena ácidos grasos.
  • Equilibrio ácido-base. La absorción o liberación de sales alcalinas almacenados en los huesos regulan el nivel de pH sanguíneo.
  • Desintoxicación. Los huesos pueden almacenar metales pesados y otras sustancias para evitar que afecten a otros tejidos, para luego ir liberándolos lentamente para su posterior eliminación. 
Eso es todo. ¡Espero que os haya gustado y nos vemos en el siguiente post!

sábado, 13 de febrero de 2016

La imagen sabatina LXVI




Muy buenas a todos. En este sábado, volvemos de nuevo con la imagen sabatina. Como llevamos haciendo últimamente, seguimos con la infografía Deadly Viruses de mphonline.org. Hoy vamos a hablar de la viruela.



En este caso, no hablamos de un virus mortal, pues la viruela es un virus que desapareció en 1980. La última muerte por viruela se dio en 1978, la fotógrafa médica Janet Parker fue infectada por el virus debido a una mala manipulación de este en uno de los últimos laboratorios donde se guardaba.

El virus de la viruela o Variola virus es un virus perteneciente al género de los Orthopoxvirus, al que también pertenecen el virus de la viruela de los monos, Monkeypox virus, y los virus de la viruela bovina, Cowpox virus y Vaccinia virus. El genoma de este virus está compuesto por ADN.

La viruela, según la enfermedad que presentase, se dividía en dos tipos:
  • Viruela mayor: Era la enfermedad más grave y común. Provocaba erupciones extendidas y fiebre alta. Tenía una tasa de mortalidad del 30%.
  • Viruela menor: Era más leve, pero menos común. Tenía una tasa de mortalidad del 1%.
El periodo de incubación del Variola virus oscila entre los 7 y los 17 días. Durante los siguientes 2 o 4 días aparecen una serie de síntomas iniciales, fiebre, malestar, dolor de cabeza, diarrea, vómitos... Después comienzan a aparecer erupciones cutáneas, y posteriormente, costras y pústulas. Este último período dura dos semanas aproximadamente y es el más contagioso. Finalmente, en la última semana, las costras se caen. Una vez que las costras han caído, el enfermo deja de ser contagioso y se ha curado de la enfermedad. Aun así, muchos enfermos quedaban con secuelas, entre ellas estaban ceguera, esterilidad y profundas cicatrices.

La viruela se contagiaba mediante contacto directo con el enfermo, con los fluidos corporales del enfermo o con objetos contaminados por el virus.

Variola virus en una infección

El Variola virus es un virus muy antiguo que se estima que surgió hacia el 10.000 a.C y se han producido sucesivas epidemias de este virus a lo largo de la historia. No existe ningún tratamiento para él, en caso de enfermedad se empleaba un tratamiento paliativo.

El método para evitar la enfermedad, era la inoculación y la vacunación. En China ya se practicaba la inoculación hacia el siglo X d.C. También algunas civilizaciones de Sudamérica la practicaban, inoculándose pus con viruela de vacas. La aristócrata británica Lady Montagu descubrió la inoculación en un viaje a Turquía y la llevó a Inglaterra.

La vacuna de la viruela aparece en 1796. El médico británico Edward Jenner extrajo unas muestras de viruela bovina (Vaccina virus) de una granjera infectada por dicho virus y las inoculó en un niño. Este padeció malestar durante una semana y después, le inoculó el virus de la viruela humana. El niño no padeció la enfermedad. En 1798 publicó su trabajo, dando lugar a la primera vacuna de la Historia de la Humanidad. Cabe decir que sus métodos no serían aceptados por la ética médica actualmente. Su inoculación salió bien, pero ¿y si hubiera salido mal? Habría puesto en riesgo la vida de un niño. 

Dentro de la vacunación, también destaca el médico español Francisco Javier Balmis, que realizó la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, que duró desde 1803 hasta 1814. Balmis, médico de Carlos IV, y su equipo fueron en un viaje en barco, acompañados de 22 niños, que habían sido inoculados con el virus y que servían como ''almacén'' de la vacuna para llevar la vacuna a América, Filipinas e incluso a China. El propio Jenner dijo de esta expedición: ''No puedo imaginar que en los anales de la Historia se proporcione un ejemplo de filantropía más noble y más amplio que este''.

A finales de los años setenta, la viruela todavía era endémica en algunas zonas de África y Asia, pero las campañas de vacunación y prevención lograron la desaparición de este virus. Actualmente, solo hay dos laboratorios que poseen muestras almacenadas de viruela: los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) en Atlanta, EEUU, que poseen 451 cepas guardadas, y Vector, en Koltsovo, Rusia, donde se guardan 120 cepas.

Eso es todo. ¡Espero que os haya gustado y nos vemos en el siguiente post!

sábado, 6 de febrero de 2016

La imagen sabatina LXV


Muy buenas a todos. Como todos los sábados, volvemos de nuevo con la imagen sabatina. Seguimos hablando de virus, con la infografía Deadly Viruses de mphonline.org.

Hoy, vamos a hablar del rotavirus:


Los virus del género Rotavirus, perteneciente a la familia Reoviridae, son los principales causantes de diarrea grave en menores de 5 años y de las infecciones que entran dentro del grupo de las gastroenteritis. La mayoría de los niños han sido infectados por el rotavirus alguna vez. 

El nombre rotavirus procede de rota, en latín ''rueda'', por su forma circular, y virus. Este virus fue descrito en 1973 por el equipo de Ruth Bishop, a partir de unas muestras de 1943 de heces de niños infectados que se había demostrado que podían transmitir diarrea infecciosa al ganado. El virus fue observado por primera vez al microscopio electrónico por Thomas Henry Flewett un año más tarde, en 1974.

Existen ocho especies diferentes de rotavirus, llamados: A, B, C, D, E, F, G, H; siendo el rotavirus A el más común, causando el 90% de las infecciones por este virus. Las infecciones por rotavirus producen más de medio millón de muertes cada año, principalmente de niños pequeños.

Viriones de rotavirus

Sus viriones poseen una estructura circular que puede llegar a medir 76'5 nm de diámetro. Su genoma está compuesto por 11 segmentos de ARN. Es un virus que es estable en el medio ambiente, lo que permite que los objetos puedan ser contaminados fácilmente con el contacto.

El virus se transmite por vía fecal-oral. Por ejemplo, cuando se tocan objetos contaminados por el virus (los niños pueden contagiarse si se meten las manos en la boca o cuando comen sin lavarse las manos después de haber tocado un objeto contaminado) o por beber agua contaminada por el virus. Una vez que el virus logra introducirse en el cuerpo, infecta las células del intestino delgado, especialmente las del duodeno.

Los síntomas son fiebre, náuseas, vómitos, diarrea acuosa frecuente y deshidratación. El período de incubación de este virus es de 2 días.

No hay ningún tratamiento concreto para la infección provocada por este virus. Lo más importante es la administración de líquidos para evitar una posible deshidratación. La infección es combatida por el cuerpo y suele curarse a los pocos días. También existen vacunas para prevenir la infección, como RotaTeq y Rotarix.

Este virus es especialmente peligroso para los niños de países en vías de desarrollo, pues las condiciones higiénicas y la sanidad son, desgraciadamente, peores. Las campañas de vacunación son realmente importantes para evitar el contagio del virus.

Eso es todo. ¡Espero que os haya gustado y nos vemos en el siguiente post!