jueves, 21 de julio de 2016

XX, XY, X0, ZZ, ZW o como complicarse la vida a la hora de determinar el sexo


Muy buenas a todos. Hace unos días estuvimos hablando de Nettie Stevens y la determinación cromosómica del sexo. En dicho post, también dijimos que el sexo no siempre está determinado por los cromosomas X e Y, y a veces ni si quiera está determinado por un cromosoma. Hoy vamos a ver diversas formas de determinar el sexo, aparte de los cromosomas X e Y.

Determinación genética del sexo

Puede ser de tres tipos:
  • Determinación cromosómica 
En ella, el sexo viene determinado por la posesión de unos cromosomas especiales, los cromosomas sexuales. En los mamíferos, incluyendo el ser humano, en equinodermos (estrellas de mar, erizos de mar...), moluscos y algunos artrópodos los cromosomas sexuales son los cromosomas X e Y. Así, una individuo femenino posee dos cromosomas X (XX) y un individuo masculino, un cromosoma X y uno Y (XY)



Sin embargo las aves emplean otro sistema. En las aves están los cromosomas sexuales Z y W. Según este sistema, los machos poseen dos cromosomas Z (ZZ) y las hembras, un cromosoma Z y uno W (ZW). Las aves no son las únicas en usar el sistema ZW. Este sistema también es empleado también por algunos peces, crustáceos, insectos (mariposas y polillas) y algunos reptiles, entre los que destaca el dragón de Komodo.

En las especies cuyo sexo está sujeto a la determinación cromosómica, se llama sexo heterogamético a aquel que presenta los dos cromosomas sexuales diferentes y sexo homogamético a aquel que posee el mismo cromosoma dos veces. Así, en los mamíferos el sexo heterogamético es el masculino (XY) y el homogamético, el femenino (XX), mientras que en las aves el sexo heterogamético es el femenino (ZW) y el masculino (ZZ), el homogamético. El individuo de sexo heterogamético determina el sexo de su descendencia, pues produce algunos gametos con cromosomas X y otros con cromosomas Y (o cromosomas Z y W), mientras que el sexo homogamético, al poseer un único tipo de cromosoma, solo puede producir gametos con ese cromosoma.



En algunos insectos, también aparecen dos sistemas diferentes. Uno es el XX/X0, en el que las hembras son XX y los machos poseen un único cromosoma X, y el otro es el ZZ/Z0, en el que son los machos los ZZ y las hembras poseen un único cromosoma Z.

También hay otros sistemas más complejos, en los que hay varios tipos de cromosomas X e Y. Uno de estos sistemas se da en algunos marsupiales.

  • Determinación génica
En este sistema de determinación, el sexo no está determinado por los tipos de cromosomas sexuales, sino por uno o varios genes localizados en estos. Este sistema se da en algunas plantas, como el pepinillo del diablo (Ecballium elaterium).

  • Determinación por haplodiploidía 

Este sistema se da en las abejas, hormigas y termitas. Los individuos machos son haploides (solo poseen un juego de cromosomas), pues proceden de huevos sin fecundar, mientras que los individuos hembras son diploides (poseen dos juegos de cromosomas), ya que nacen de huevos fecundados.

La abeja, hormiga o termita reina se diferencia de las demás hembras en que esta es fértil, mientras que el resto de hembras no lo son. Esta diferenciacion se produce, por ejemplo, mediante la alimentación que reciben durante la fase de larva. Las abejas reina son alimentadas con jalea real durante todo el período de larva, mientras que las obreras son alimentadas con jalea real solamente durante los primeros tres días de vida.


Determinación ambiental del sexo

Hay otros sistemas en los que no intervienen los genes. Por ejemplo, la determinación sexual por temperatura, que se da en algunos anfibios, reptiles y peces. En este sistema, el sexo depende de la temperatura a la que se hayan incubado los huevos. 


Ejemplo del primer patrón. Una temperatura alta dará lugar a hembras, y otra más baja, a machos.

Según la especie, se establece una temperatura de transición. Si durante la incubación se supera dicha temperatura, será más problable que la descendencia sea de un sexo y si la temperatura de incubación no excede la temperatura establecida, será más probable que la descendencia sea del otro sexo. En otro patrón, un sexo se produce a unas temperaturas límite y el otro se produce a una temperatura intermedia.


Ejemplo del segundo patrón. Los machos se desarrollan con una temperatura alta o baja, y las hembras con una intermedia.

Eso es todo por hoy. ¡Espero que os haya gustado y nos vemos en el siguiente post!

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