martes, 15 de agosto de 2017

Guerra de antisépticos


Sheldon, un personaje que representa la obsesión con la higiene y el uso de desinfectantes

Muy buenas a todos. Estoy seguro que todos mis lectores, en algún momento de su vida, se habrán hecho alguna que otra herida (espero que de poca gravedad, evidentemente). Tras hacernos una herida, normalmente nos echamos algún desinfectante para evitar que esta se infecte y seguimos con nuestra vida como si no hubiera pasado nada.

El botiquín siempre nos ofrece una gran variedad de productos con los que desinfectar nuestras heridas. Algunos utilizan alcohol y otros, agua oxigenada. También hay gente que prefiere frotar la herida con jabón o con un algodón que ha sido humedecido previamente con Betadine. Todos estos remedios sirven para desinfectar la herida, sin embargo, se basan en mecanismos diferentes. Hoy veremos las características de diferentes tipos de desinfectantes, o mejor dicho, antisépticos.

Es común llamar desinfectantes a estos remedios. La desinfección es el proceso general, ya sea físico o químico, en el que se eliminan todo tipo de agentes patógenos, como bacterias, virus, protozoos u hongos. Al usarlos en las heridas nos deshacemos de todo tipo de invitados indeseados, por lo tanto, las desinfectamos. Es lógico que se llamen desinfectantes, ¿no?

No del todo. Al utilizarlos, nuestra principal intención no es el hecho de eliminar los patógenos, sino evitar la infección. Es por ello que es más correcto usar el término antiséptico (anti 'contra' y septicos, putrefacción', en griego). Los antisépticos son sustancias que, aplicadas sobre un tejido vivo o sobre la piel, pretenden reducir la posibilidad de infección o descomposición.

A simple vista, puede parecer que no hay una gran diferencia entre desinfectantes o antisépticos, pero tenemos que tener en cuenta que, mientras que todos los antisépticos se pueden aplicar al cuerpo, no todos los desinfectantes podemos usarlos para desinfectar las heridas. Por ejemplo, el ácido clorhídrico (también conocido como agua fuerte) es un agente desinfectante utilizado corrientemente para limpiar, sin embargo, es obvio que no se puede utilizar como antiséptico, ya que tiene un gran poder corrosivo.
Otro obsesionado con la higiene: Levi, de la serie de animación japonesa Attack on titan.

Aclaradas las diferencias, podemos comenzar a hablar de los antisépticos. Una sustancia que sea usada como antiséptico debe de poseer poder germicida, así como un amplio espectro, es decir, funcionar ante una gran variedad de microorganismos patógenos. Su efecto debe ser rápido, pero duradero, y no puede ser perjudicial para nuestro organismo. Además, debe ser estable, tener un período activo relativamente largo, para que pueda ser guardado y se pueda acceder a él cuando sea necesario.

Cuando se forma una herida, los microorganismos que se encuentran en el medio pueden entrar a nuestro cuerpo a través de ella. Los antisépticos se encargan de evitar las infecciones gracias a sus propiedades germicidas (destruyen microorganismos) o bacteriostáticas (impiden el crecimiento de las bacterias). Pero, ¿cómo funcionan realmente? 

Alcohol

Fórmula estructural de la molécula de etanol. (Dominio público Autor Lukáš Mižoch )

El alcohol que se utiliza normalmente para desinfectar es el alcohol etílico, es decir, el etanol (CH3-CH2-OH). El alcohol etílico para desinfectar normalmente se encuentra en disolución al 70-90%.

El etanol es un compuesto químico incoloro e inflamable con un punto de ebullición relativamente bajo (78'4ºC). Es por ello que, para evitar que el alcohol se evapore, siempre se recomienda cerrar el bote después de utilizarlo.

El alcohol elimina los microorganismos reaccionando con las proteínas y desnaturalizándolas. Las proteínas, cuando son desnaturalizadas, pierden su estructura tridimensional, y con ella, sus funciones. Además, el alcohol altera la polaridad del medio, lo que daña la membrana celular y la rompe. Esta capacidad le permite destruir bacterias, hongos y virus, pero no endósporas. Las endósporas son células bacterianas recubiertas por capas especiales que las hacen resistentes ante todo tipo de amenazas (radiaciones, enzimas, altas temperaturas, compuestos químicos...)

El alcohol etilico que se utiliza para desinfectar no puede ser ingerido porque ha sido desnaturalizado, esto es, se le han añadido aditivos, como alcanfor o cloruro de benzalconio. La desnaturalización industrial (no confundir con la desnaturalización de las proteínas) es un proceso consistente en añadir aditivos que tienen sabor amargo o aromas desagradables a diversos tipos de sustancias para que no puedan ser ingeridas.

Agua oxigenada

Fórmula del peróxido de hidrógeno, H2O2 (Imagen de dominio público)

El agua oxigenada o peróxido de hidrógeno (H2O2) es un líquido incoloro con un olor desagradable. Alcanza su punto de ebullición a los 150ºC. El peróxido de hidrógeno que utilizamos como antiséptico se encuentra en disolución a baja concentración (3-9%). El peróxido de hidrógeno es una molécula inestable, por lo tanto, siempre se añade a su disolución un estabilizador, que tiene un carácter ligeramente ácido. Además, los botes de agua oxigenada siempre son opacos para que no entre luz y no se acelere su descomposición.

El peróxido de hidrógeno es un agente oxidante que al aplicarse en una herida provoca la oxidación de diversas moléculas de los microorganismos, como los lípidos, las proteínas y el ADN. Esto causa la alteración del metabolismo de la célula patógena. Además, las enzimas catalasas de las células reaccionan con el agua oxigenada, transformándola en agua y oxígeno. Este oxígeno evita el desarrollo de bacterias anaerobias estrictas, como el Clostridium tetani, causante del tétanos. Sin embargo, este mismo oxígeno no es efectivo contra los organismos aerobios, puesto que necesitan oxígeno para realizar la respiración celular, y por tanto incluso les puede ser útil.

El agua oxigenada tiene cierta eficacia contra bacterias, especialmente las anaerobias estrictas, esporas, virus y hongos, sin embargo, también ralentiza la curación de la herida, porque también mata las nuevas células que se van formando. Es por ello que se prefiere el uso de otros antisépticos.

Jabón

Jabón. Autor  Ilya Yakubovich
Attribution-ShareAlike 2.0 Generic(CC BY-SA 2.0)

Los jabones son sales sódicas o potásicas de ácidos grasos. El jabón tiene una parte hidrosoluble, que le permite disolverse en agua y una parte hidrófoba. Cuando usamos jabón, la parte hidrófoba se junta con las gotitas de grasa y las encierra. Como el jabón tiene a su vez una parte hidrosoluble, el agua disuelve el jabón, con la gota de grasa incluida.

El jabón, con sus partes hidrosolubles hacia fuera, y la gotita de grasa en su interior. SuperManu / Wikimedia Commons / CC BY-SA 3.0


El jabón puede servir como antiséptico debido a que las membranas célulares están formadas por una bicapa lipídica. Cuando tratamos una herida con jabón, este disuelve las membranas plasmáticas, haciendo que se rompan y la célula muera.

Povidona yodada/ Betadine

2-Pirrolidiona, 1-etenil-, homopolímero, comp. con iodo. Iodopovidona para los amigos. Autor Roland Mattern License: Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0

La povidona yodada (conocida en España como Betadine, por su forma comercial) es un producto formado por una solución de povidona y yodo molecular, usado como antiséptico para tratar cortes y pequeñas heridas. La povidona es un polímero soluble en agua que no es tóxico para los animales y que se puede combinar con el yodo, volviéndolo soluble.

Cuando la iodopovidona es aplicada sobre la piel, el yodo es liberado lentamente sobre esta e interactúa con las proteínas de los microorganismos, entre ellas los enzimas, provocando la desnaturalización de estas. Al perder su función las proteínas y los enzimas, el metabolismo del patógeno se ve alterado y muere. La povidona yodada es eficaz contra las bacterias y los virus.

Saliva

Estructura de la lisozima. Autor Yikrazuul 
License: Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0

No es típico desinfectarse una herida con saliva, pero los animales, que obviamente no disponen de antisépticos, suelen chuparse las heridas que se hacen. La saliva contiene enzimas, como la lisozima, inmunoglobulinas y proteínas como la lactoferrina, cuya función evitar infecciones bucales, pero también pueden servir como desinfectantes.

La lisozima rompe la pared bacteriana al deshacer las uniones entre el ácido N-acetilmurámico y la N-acetil-D-glucosamina, presentes esta pared. Por el otro lado, la lactoferrina tiene función bacteriostática, pues atrapa el hierro presente en el medio que necesitan las bacterias para desarrollarse, y también tiene función bactericida.

La saliva también contiene factores de crecimiento que pueden acelerar la cicatrización de las heridas. Sin embargo, no debemos olvidar que en la boca y en la saliva se encuentran una gran cantidad de bacterias y que la saliva aporta humedad a la herida, lo que favorece el crecimiento de microorganismos. Por lo tanto, el uso de la saliva como antiséptico puede ser contraproducente.

Eso es todo. Espero que os haya gustado y nos vemos en el siguiente post.

1 comentario:

  1. Fuentes

    https://www.wikiwand.com/es/Antis%C3%A9ptico
    https://www.wikiwand.com/es/Jab%C3%B3n
    https://www.wikiwand.com/es/Etanol
    https://www.wikiwand.com/es/Per%C3%B3xido_de_hidr%C3%B3geno
    https://www.wikiwand.com/es/Yodo
    https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC88911/
    https://www.reference.com/health/iodine-disinfectant-e6393d4825eaed83#
    https://phc.amedd.army.mil/PHC%20Resource%20Library/Iodine%20Disinfection%20in%20the%20Use%20of%20Individual%20Water%20Purification%20Devices.pdf
    https://www.thoughtco.com/how-dos-soap-clean-606146
    http://www.betadine.es/betadine/como-actua-betadiner/

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