Hoy, tenemos un diálogo entre dos bacterias. Una de ellas es un ''traficante de genoma'' que le ofrece a la otra bacteria un plásmido con el que se convertirá en una superbacteria. Dice:
Pssst! Hey niño! ¿Quieres ser una superbacteria?
Pega esto en tu genoma.
Incluso la penicilina no podrá hacer nada
Y el panorama bacteriano del siglo pasado fue algo así. En 1947, se halló la primera resistencia a la penicilina de una bacteria. En 1950, el 40% de las bacterias eran resistentes a la penicilina. Hacia 1960, el 80% de las bacterias ya era resistente a la penicilina.
¿Por qué se produce esto? Sencillo: en 1943 la penicilina comenzó a ser producida en masa. Cuando se aplicaba la penicilina en un paciente, todas las bacterias sensibles a ella morían, pero aquellas que eran resistentes o que habían desarrollado una resistencia, sobrevivían, luego estas se reproducían. Esta 2ª generación de bacterias ya era resistente a la penicilina y esta resistencia se puede pasar de una bacteria a otra, independientemente de la especie, mediante la conjugación bacteriana.
Este es el motivo por el cual no debemos abusar de los antibióticos. Aparte de que se matan aquellas bacterias que son ''buenas'' para nosotros (bacterias que sintetizan vitamina K en nuestro intestino, bacterias que nos defienden de invasores,...), hacemos también que las bacterias ''malas'' puedan desarrollar resistencias y esta pasarla a otras bacterias, haciendo inútil el antibiótico.
Eso es todo por hoy. ¡Espero que os haya gustado y nos vemos en el siguiente post!
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