sábado, 2 de enero de 2016

La imagen sabatina LX



Muy buenas a todos. Hoy, como todos los sábados, llega la imagen sabatina, esta vez con geología.

En la imagen de hoy, tenemos dos placas litosféricas que hablan y comentan entre sí:
-Hay muchos roces entre nosotros
-¡No es mi culpa!
A la placa que se queja no le falta razón: son dos placas que forman un límite pasivo, una zona de contacto entre dos placas litosféricas en las que estas se friccionan y se deslizan lateralmente.

En la litosfera terrestre hay zonas en las que dos placas se encuentran. Estas zonas se denominan bordes o límites. Según cómo se muevan estas placas, los bordes pueden ser de tres tipos:

Bordes constructivos o divergentes



Límite constructivo


En estos límites, las placas litosféricas se separan, y como consecuencia, emanan materiales del interior terrestre hacia la superficie, creándose nueva litosfera oceánica, pues estos bordes se producen en el fondo de los océanos y forman las dorsales oceánicas.

Las dorsales oceánicas son cordilleras situadas en el fondo de algunos océanos. Por ejemplo, están las dorsales atlánticas (noratlántica, centro-atlántica y sudatlántica), las dorsales índicas...

Bordes destructivos o convergentes


Convergencia oceánica-continental

En estos bordes, las placas litosféricas chocan la una con la otra. En estos bordes, se destruye litosfera oceánica. Según los tipos de placas que choquen, se pueden dar tres casos:
  • Convergencia oceánica-continental: Una placa con litosfera oceánica choca con una placa con litosfera continental. La litosfera oceánica, al ser más densa, se hunde y subduce, introduciéndose en el manto. La fricción produce un calentamiento de materiales que originará magma y volcanes. El choque también elevará la corteza continental, formando las denominadas cordilleras pericontinentales, situadas en los bordes de los continentes. En la zona de subducción también se formará una fosa oceánica. Obviamente, el movimiento de las placas también origina terremotos. Este tipo de bordes da lugar a cordilleras como Los Andes, fruto de la colisión de la placa de Nazca y de la placa sudamericana, y a fosas oceánicas como la fosa de Chile.
  • Convergencia oceánica-oceánica: Dos placas con litosfera oceánica colisionan. Una placa subduce y se introduce en el manto, produciendo un calentamiento de materiales que dará lugar a volcanes. El plegamiento ocasionado a la placa que no subduce y el ascenso de materiales calientes formará un arco de islas volcánicas, como las Aleutianas, en Alaska, las Marianas y el archipiélago de Japón, y una fosa oceánica, como la fosa de las Marianas y la fosa de Japón.
  • Convergencia continental-continental: Dos placas con litosfera continental colisionan. Los bloques continentales se unen y la fuerza de la colisión forzará a los materiales a que se plieguen y asciendan, formando una cordillera intracontinental. Este tipo de bordes da lugar a cordilleras como el Himalaya, resultado del choque de la placa indoaustraliana con la placa euroasiática.

Límite pasivo o falla transformante

Falla transformante


En estos límites, las dos placas se rozan y deslizan lateralmente, sin destruir ni crear litosfera oceánica. Tampoco se forman volcanes, pero sí se producen terremotos. La falla de San Andrés, en la costa oeste estadounidense, es una falla transformante. También se producen fallas transformantes en las dorsales oceánicas.
Las fallas transformantes dejan discontinuidades en el terreno que son visibles en la superficie.

Eso es todo por hoy. ¡Espero que os haya gustado y nos vemos en el siguiente post!

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