domingo, 23 de julio de 2017

Nuestros tejidos XI: Tejido óseo

http://recursostic.educacion.es/bancoimagenes/web/ Fotógrafo: Francisco Javier Martínez Adrados

Muy buenas a todos. Volvemos, una vez más, con nuestros tejidos biológicos, más concretamente con tejidos conectivos. Esta vez hablaremos del tejido que forma nuestros huesos: el tejido óseo.

El tejido óseo es un tipo de tejido conectivo encargado de formar los huesos del esqueleto. Los huesos ejercen funciones variadas: dan soporte interno al organismo, protegen los órganos vitales, permiten el movimiento, pues los músculos se insertan en los huesos, permiten la audición, ya que la cadena de huesecillos es la encargada de transmitir los sonidos del tímpano hacia el caracol, y contienen la importante médula ósea, encargada de generar células sanguíneas. Además, los huesos intervienen en el metabolismo del calcio y del fósforo, ya que los huesos son en sí grandes depósitos de estos minerales.  De hecho, hay una teoría que apunta que los huesos fueron primordialmente depósitos para almacenar calcio y que posteriormente, con la evolución, adoptaron la función estructural. 

El tejido óseo es un tejido que ejerce una gran resistencia ante los esfuerzos de tracción y de compresión, además de poseer cierta elasticidad, lo que reduce su fragilidad, y ser relativamente ligero. Es por ello que es el tejido principal que compone los huesos, pero no el único. Los huesos son órganos y por tanto poseen varios tipos de tejidos, aparte del tejido óseo: están irrigados por vasos sanguíneos y por nervios en su interior (al contrario que el cartílago), poseen tejido hematopoyético (médula ósea roja), tejido adiposo (médula ósea amarilla, comúnmente conocida como tuétano) y están recubiertos por capas de tejido conjuntivo.



Aunque los huesos puedan parecer estructuras más o menos invariables, en realidad, son estructuras vivas y dinámicas. Se están formando y destruyendo continuamente gracias a la acción de sus células, lo que permite que se renueven y se regeneren. También se ven afectados por las hormonas, por ejemplo, si el nivel de calcio en sangre es alto, la calcitonina, segregada por el tiroides, lo reducirá haciendo que el calcio se fije en los huesos, mientras que si el nivel es bajo, la parathormona, segregada por la glándula paratiroides, extraerá calcio del hueso para aumentar el nivel de calcio en sangre.

La matriz extracelular del tejido óseo recibe el nombre de matriz ósea y, al contrario que el resto de matrices, es sólida debido a que está mineralizada. La matriz ósea se dispone formando una serie de capas o laminillas. Se compone de un componente inorgánico, que supone el 65% de la matriz, formado por fosfatos y carbonatos de calcio, que aportan dureza pero también fragilidad al hueso, y un componente orgánico, que supone el 35% de la matriz y recibe el nombre de osteína, formado por fibras de colágeno y sustancia amorfa, que le da elasticidad al hueso. La proporción de osteína en el hueso disminuye con la edad, mientras que la proporción de componentes inorgánicos aumenta, aumentando también la fragilidad del hueso.

Inmersos en la matriz encontramos tres tipos principales de células:

Células del tejido óseo http://mmegias.webs.uvigo.es/a-imagenes-grandes/oseo_osteocitos.php

    • Osteoblastos. Se sitúan en la parte más externa del hueso, cerca del periostio, y segregan la parte orgánica de la matriz, hasta que quedan atrapados por esta y se convierten en osteocitos. Cuando se produce una fractura ósea, estas células se activan para regenerar el hueso.
    • Osteocitos. Son las células principales, se encargan del mantenimiento de la matriz ósea. Se caracterizan por su aspecto estrellado y se sitúan en cavidades de la matriz comunicadas entre sí por los conductos calcóforos. Estos conductos permiten que las células se pasen entre sí los nutrientes y puedan transmitirse la información hormonal.
    • Osteoclastos. Son células grandes. móviles y plurinucleadas (llegan a tener hasta 50 núcleos), que reabsorben la matriz ósea y sacan calcio del hueso cuando es necesario. Son importantes para el crecimiento, la reparación y la remodelación del hueso.
    Los huesos están revestidos por dos capas de tejido conjuntivo: el periostio, que reviste la superfice externa, y el endostio, que recubre las superficies de los conductos y de las cavidades internas de los huesos.

    Dividimos el tejido óseo en dos tipos:

    Tejido óseo esponjoso o trabecular de ratón http://mmegias.webs.uvigo.es/a-iconos/hueso-trabecular.png

      • Tejido óseo esponjoso. También recibe el nombre de tejido óseo trabecular. Se encuentra en la epífisis (extremos) de los huesos largos y en el interior de los huesos planos y cortos. Las láminas de la matriz ósea se disponen formando una red con muchas cavidades, denominadas cavidades vasculares, que alojan los vasos sanguíneos y la médula ósea roja, formada por tejido hematopoyético, encargada de la formación de células sanguíneas.

      Tejido óseo compacto o cortical de ratón

      • Tejido óseo compacto. También recibe el nombre de tejido óseo cortical. Se encuentra en las diáfisis (parte central) de los huesos largos y en el exterior de los huesos planos y cortos. En vez de estar formado por una estructura reticular, el tejido óseo compacto está formado por la repetición de unas unidades básicas, llamadas osteonas o sistemas de Havers. 

      Representación del tejido óseo compacto, con sus osteonas.

      Una osteona posee un conducto central, denominado conducto de Havers. Alrededor del conducto de Havers, se disponen concéntricamente las laminillas óseas. Entre ellas se encuentran las lagunas, en las que se depositan los osteocitos, que se comunican entre sí y con el conducto de Havers a través de los conductos calcóforos. Los conductos de Havers de diferentes osteonas se comunican entre sí gracias a los conductos de Volkmann. Los conductos de Volkmann también comunican con la superficie del hueso y en su interior se encuentran los vasos sanguíneos, que se dirigen hacia los conductos de Havers para llevar los nutrientes para las células óseas, y los nervios.

      Eso es todo. Espero que os haya gustado y nos vemos en el siguiente post.

      lunes, 17 de julio de 2017

      Nuestros tejidos X: Tejido cartilaginoso


      Cartílago hialino

      Muy buenas a todos. Seguimos nuevamente hablando de los tejidos conectivos. En el post que nos ocupa, veremos qué es el tejido cartilaginoso.

      El tejido cartilaginoso o cartílago es uno de los tipos de tejido conectivo. Este tejido se encarga de formar los cartílagos, que son parte del esqueleto y dan sostén a las partes blandas del cuerpo. Además, recubren las superficies articulares para facilitar el deslizamiento de los huesos durante el movimiento e intervienen en el crecimiento de los huesos.

      La matriz extracelular del tejido cartilaginoso, denominada matriz cartilaginosa, es sólida y elástica. Está formada por fibras colágenas y elásticas, en proporción variable, inmersas en una sustancia fundamental amorfa, compuesta por agua y proteoglicanos. Esta matriz le da resistencia y elasticidad al cartílago, y en ella se encuentran inmersas las células del tejido cartilaginoso, los condrocitos.

      Los condrocitos se caracterizan por tener una superficie irregular y alojarse en una serie de huecos, llamados lagunas, que se encuentran en la matriz. Cada una de estas lagunas aloja desde una hasta ocho células. Los condrocitos, a pesar de suponer alrededor del 5% del tejido cartilaginoso, tienen un papel muy importante, puesto que se encargan de mantener y regenerar la matriz cartilaginosa, produciendo fibras y proteoglicanos.

      A la hora de nutrirse, el tejido cartilaginoso tiene un pequeño problema: no posee vasos sanguíneos (tampoco posee terminaciones nerviosas). Para conseguir nutrientes, todo tejido cartilaginoso (excepto el cartilaginoso fibroso) está recubierto de una envoltura de tejido conjuntivo, a la que llamamos pericondrio. El pericondrio se encarga de nutrir y permitir el crecimiento del tejido cartilaginoso gracias al trabajo de los condroblastos, que segregan las sustancias que forman la matriz. Los condroblastos, al madurar, se convierten en condrocitos.

      Distinguimos tres tipos de tejido cartilaginoso:

      • Tejido cartilaginoso hialino
      Cartílago hialino de tráquea de rata. http://mmegias.webs.uvigo.es/a-imagenes-grandes/cartilago_hialino.php

      Es el más común. Posee una matriz extracelular abundante y fibras colágenas. Es semitransparente y posee cierta elasticidad. Se encuentra en los cartílagos de las costillas, de la tráquea, de los bronquios y en los de la nariz. Además, el esqueleto del feto también está formado por este tipo de cartílago, ya crece más rápido que el hueso y posee una dureza considerable. Una vez que el esqueleto fetal está formado, el tejido cartilaginoso es remplazado por tejido óseo lentamente.


      ¿Cuando deja de haber cartílago en los huesos? Alrededor de los 25 años, cuando se deja de crecer. 


      Durante el crecimiento, los huesos tienen una región, la metáfisis, (situada entre el centro del hueso y el extremo) que posee cartílago de crecimiento. Este cartílago, al crecer, alarga el hueso, y por tanto, permite que crezcamos en altura. Cuando este cartílago es sustituido completamente por tejido óseo, se deja de crecer.


      Cuando el cartílago hialino se encuentra en las articulaciones móviles, se denomina cartílago articular. Este cartílago no posee pericondrio, y se nutre del líquido sinovial. El cartílago articular se encarga de amortiguar la presión mecánica y reducir el rozamiento entre los huesos durante el movimiento.
      • Tejido cartilaginoso elástico
      Cartílago elástico de oreja de ratón.  http://mmegias.webs.uvigo.es/a-imagenes-grandes/cartilago_elastico.php

      Se caracteriza por tener una matriz escasa, pero muy rica en fibras de elastina.  Es de color amarillento y más flexible que el cartílago hialino y el fibrocartílago. Se encuentra en la oreja, en el conducto auditivo externo, en la trompa de Eustaquio, en la faringe y en la epiglotis.

      • Tejido cartilaginoso fibroso
      Fibrocartílago http://medcell.med.yale.edu/histology/connective_tissue_lab/fibrocartilage.php

      También es llamado fibrocartílago. Es el más resistente de los cartílagos, pero también es el menos elástico. Es una forma de transición entre el tejido conjuntivo denso y el cartílago hialino. Su matriz es muy rica en fibras colágenas y sus células se distribuyen de manera aislada, por parejas o formando hileras. Forma los discos intervertebrales, la sínfisis del pubis y los meniscos, cartílagos en forma de media luna encargados de estabilizar las articulaciones.

      Como hemos dicho antes, no tiene pericondrio. Suele aparecer acompañado de cartílago hialino y de tejido conectivo denso, y de estos obtiene los nutrientes que necesita.

      Eso es todo. Espero que os haya gustado y nos vemos en el siguiente post.

      lunes, 10 de julio de 2017

      Nuestros tejidos IX: Tejido adiposo


      Tejido adiposo blanco. Las ''gotas lipídicas'' rellenan casi por completo las células dejando en un extremo los puntos oscuros, los núcleos celulares.

      Muy buenas a todos. Continuamos hablando de los tipos de tejidos conectivos. Hoy nos adentraremos en el tejido que almacena la grasa: el tejido adiposo.

      El tejido adiposo o tejido graso es un tipo de tejido conectivo que está formado por un tipo de células denominadas adipocitos que acumulan lípidos (grasas) en su citoplasma.

      Pese a que los adipocitos conforman la mayor parte del tejido adiposo, también hay otras células en el tejido adiposo. Este conjunto de células es denominado fracción del estroma visceral y dentro están los pre-adipocitos, fibroblastos, macrófagos de tejido adiposo y células endoteliales.

      El tejido adiposo cumple varias funciones:
      • Función de reserva. Acumula grasas, que sirven de reserva de energía. Las grasas son mejores que los glúcidos y las proteínas para almacenar energía ya que la grasa guarda más energía en una cantidad de espacio menor que la que necesitan los glúcidos o las proteínas.
      • Funciones mecánicas. Sirve de amortiguador, se acumula debajo de la piel y alrededor de los órganos para protegerlos y mantenerlos en su lugar correspondiente. También sirve de aislante ante la temperatura externa.
      • Funciones metabólicas. En él se realizan procesos como la lipogénesis y la lipólisis, que explicaremos más tarde.
      • Función secretora. Produce una serie de hormonas denominadas adipoquinas, que comentaremos después

      Hay dos tipos de tejido adiposo:

      Adipocito del tejido adiposo blanco y del tejido adiposo pardo


      Tejido adiposo blanco o unilocular

      Tejido adiposo blanco de ratón  http://mmegias.webs.uvigo.es/a-imagenes-grandes/adiposo_blanco.php

      Sus células contienen en su interior una especie de compartimento denominado lipid droplet (gota lipídica) que almacena los lípidos. Sus adipocitos son células grandes, de unos 100 µm de diámetro. Cuando estos son observados al microscopio, se puede distinguir la gota lipídica, que rellena casi toda la célula y empuja al resto de orgánulos a un extremo de la célula, y el núcleo, que se ve como un punto oscuro en el borde de la célula. 

      El tejido adiposo blanco aparece irrigado abundantemente por vasos sanguíneos y también comunica con diversas terminaciones nerviosas. Este tejido se localiza debajo de la piel, formando la hipodermis y recubriendo los órganos. La cantidad de tejido adiposo situado debajo de la piel dependerá de la parte del cuerpo. Así, el abdomen, los muslos, las caderas o los glúteos son zonas donde el tejido adiposo es más propenso a acumularse

      Una de las características más importantes, y también conocidas, del tejido adiposo es su capacidad de aumentar o disminuir su volumen, gracias a la capacidad de crecimiento de los adipocitos y a la formación de nuevos adipocitos a partir de pre-adipocitos. En personas normales, el tejido adiposo supone entre el 9% y el 18% de la masa corporal en hombres, y entre el 14% y el 28% en mujeres. Sin embargo, en deportistas puede suponer entre el 2% y el 3% de la masa corporal, mientras que en personas obesas puede alcanzar el 70% de la masa corporal.
      Tejido adiposo pardo o multilocular:

      Tejido adiposo pardo de ratón http://mmegias.webs.uvigo.es/a-imagenes-grandes/adiposo_pardo.php#n

      El tejido adiposo pardo (o marrón) se encarga únicamente de producir calor, función que realiza mediante un proceso denominado termogénesis. Se encuentra en el feto y en los recién nacidos (constituyendo un 5% de la masa de estos). En los adultos apenas está presente. Sus adipocitos, en vez de tener una única gota lipídica de gran tamaño, tienen muchas gotas de grasa pequeñas. Estas células son de color marrón debido a la gran cantidad de mitocondrias que poseen. 
      Localización del tejido adiposo marrón en un recién nacido

      Las mitocondrias del tejido adiposo pardo son afectadas por una proteína presente solo en las células de este tejido, la proteína desacoplante UCP1, que evita que con la energía generada se produzca en ATP, haciendo que esta energía se disipe en forma de calor. (En las mitocondrias del resto de células, la mitocondria genera energía en forma de ATP, nucleótido esencial en la obtención de energía celular).

      Este tipo de tejido posee numerosos vasos sanguíneos y está inervado por nervios del sistema nervioso simpático, que estimulan a las células para que produzcan calor cuando sea necesario.

      Lo normal sería pensar que el tejido adiposo es un tejido sin ninguna actividad en especial, encargado únicamente de almacenar grasa, pero como ya hemos visto antes, el tejido adiposo también ejerce importantes funciones metabólicas y secretoras. Este tejido realiza principalmente dos procesos metabólicos: la lipogénesis y la lipólisis.

      Lipogénesis: Un glicerol se junta con tres ácidos grasos y da lugar a un triglicérido.


      La lipogénesis es la reacción bioquímica por la cual los ácidos grasos son esterificados (unidos mediante un enlace éster) a un glicerol para formar triglicéridos. Los triglicéridos sirven de reserva de energía, por lo tanto, mediante la lipogénesis se busca almacenar los lípidos de la manera más eficiente posible.

      La lipólisis (o lipolisis) es la reacción bioquímica inversa a la lipogénesis. La lipólisis es el proceso por el cual los lípidos son transformados en ácidos grasos y glicerol, para posteriormente obtener energía de ellos.

      El tejido adiposo también secreta diversos factores y hormonas, llamadas adipoquinas, cuya función es producir cambios en el metabolismo energético con el fin de regular la masa corporal.

      Entre las adipoquinas podemos destacar la leptina, que regula los estímulos de hambre y saciedad la adiponectina, que participa en el metabolismo de la glucosa y de los acidos grasos, además de aumentar la sensibilidad de los órganos ante la insulina, proteger al organismo de la aterosclerosis e inhibir la respuesta inflamatoria.

      Estructura de la leptina, la primera adipoquina descubierta. Credit: Vossman. License: Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0
      Otra adipoquina interesante es la asprosin o asprosina, descubierta el año pasado, que estimula al higado para que libere glucosa al torrente sanguíneo. Esta cualidad de la asprosin se está estudiando como posible medio para tratar la diabetes tipo II.

      Eso es todo por hoy. Espero que os haya gustado y nos vemos en el siguiente post.

      jueves, 6 de julio de 2017

      Nuestros tejidos VIII: Tejido conjuntivo

      Una capa de tejido conjuntivo unida a un epitelio estratificado plano de esófago de ratón http://mmegias.webs.uvigo.es/a-imagenes-grandes/epitelio_estratificado_plano_esofago.php#n

      Muy buenas a todos. Seguimos con los tejidos conectivos, más concretamente hoy hablaremos de los tejidos conectivos propiamente dichos o conjuntivos.

      El tejido conjuntivo se encarga de unir y relacionar los diferentes tejidos que forman el organismo. Rellena los huecos entre órganos y recubre vasos sanguíneos, nervios y órganos. Este suele estar muy vascularizado, es decir, irrigado por numerosos vasos sanguíneos, además de tener numerosas terminaciones nerviosas.

      Tejido conjuntivo reticular de bazo de ratón http://mmegias.webs.uvigo.es/a-imagenes-grandes/conectivo_reticular.php#n

      La matriz extracelular del tejido conjuntivo se compone de fibras colágenas, elásticas y reticulares en diferente proporción, según la localización de este tejido, y por una sustancia fundamental semilíquida, rica en glucoproteínas.

      Las células del tejido conjuntivo pueden clasificarse en fijas (no se mueven) o errantes (sí se mueven).
      Estas células son, por lo general, grandes. Las más importantes son:
      • Fibroblastos. Son células de forma irregular y con numerosas prolongaciones. Son las encargadas de sintetizar fibras y matriz extracelular. Una vez que maduran, pierden actividad, y pasan a ser denominadas fibrocitos.
      • Histiocitos o macrófagos. Se caracterizan por su movimiento ameboide. Se encargan de fagocitar partículas extrañas y posibles patógenos.
      • Mastocitos o células cebadas. Son células esféricas cargadas de gránulos llenos de sustancias de distinta naturaleza, por ejemplo, heparina (anticoagulante). Estas sustancias son liberadas cuando son requeridas.
      • Adipocitos. Son células esféricas que almacenan grasa.
      • Células sanguíneas. Linfocitos, que proceden de la sangre, y plasmocitos, derivados de los linfocitos B. Producen anticuerpos y tienen, por tanto, función defensiva.
      Tejido conjuntivo denso regular de tendón de ratón http://mmegias.webs.uvigo.es/a-imagenes-grandes/conectivo_regular.php

      La composición de la matriz y la abundancia de unas células u otras modificarán las características del tejido conjuntivo. Estas características dependerán del lugar en el que se localice el tejido y de la función que desempeñe.

      Clasificaremos los diferentes tipos de tejido conjuntivo en función de cómo se encuentren las fibras dispuestas por la matriz extracelular:

      Tejido conjuntivo laxo de ratón http://mmegias.webs.uvigo.es/a-imagenes-grandes/conectivo_laxo.php
      • Tejido conjuntivo laxo. Sus células, sus fibras y su sustancia fundamental se encuentran una proporción más o menos similar. Es poco flexible, pero resistente a la tracción. Sirve de apoyo a los epitelios y rellena huecos entre órganos. Dentro del tejido conjuntivo laxo, encontramos tres subtipos:
        • Tejido conjuntivo mucoso o gelatinoso. Posee una gran cantidad de sustancia fundamental, lo que le da una consistencia gelatinosa y homogénea. Entre las células, se encuentran principalmente fibroblastos y macrófagos, repartidos irregularmente. Este tejido es muy resistente a la tracción. Se encuentra en el cordón umbilical, dando lugar a la denominada gelatina de Wharton.
        • Tejido conjuntivo reticular. Se caracteriza por poseer abundantes fibras reticulares, que forman complejas redes tridimensionales. Se encuentra en la médula ósea y en el tejido linfoide (bazo, ganglios linfáticos, amígdalas...)
        • Tejido conjuntivo mesenquimático. Está presente únicamente en los embriones. Sus células no estás diferenciadas. A lo largo del desarrollo embrionario, se diferencia para dar lugar a los diferentes tipos de tejidos conjuntivos.
      • Tejido conjuntivo denso. Tiene una gran cantidad de fibras colágenas. No es muy flexible, pero es muy resistente a la tracción. Hay dos subtipos: 

      Tejido conjuntivo denso irregular de piel de ratón. http://mmegias.webs.uvigo.es/a-imagenes-grandes/conectivo_irregular.php
        • Tejido conjuntivo denso regular. Forma los tendones, los ligamentos, la córnea. las fascias que rodean los músculos esqueléticos y los tendones aplanados (denominados aponeurosis). Sus fibras de colágeno se ordenan de forma regular, formando haces paralelos. Esta colocación es necesaria para que el tejido sea resistente ante los estiramientos.
        • Tejido conjuntivo denso irregular.  Se halla en la dermis de la piel, en las válvulas cardíacas, en las cápsulas que recubren los órganos, en la meninge duramadre... Sus fibras de colágeno se encuentran formando haces gruesos que dan lugar a un entramado tridimensional de fibras. Este tejido es más resistente y posee menos vasos sanguíneos y nervios
      • Tejido conjuntivo elástico. Posee un gran número de fibras elásticas, por lo que es muy flexible. Se localiza en aquellos órganos que necesitan expandirse o dilatarse, como las paredes de los vasos sanguíneos, los bronquios... 
      Eso es todo. En el próximo post, hablaremos del tejido adiposo. ¡Hasta la próxima!